1ª
Sobre los cambios en el nombre de la Web:
"Virtual" y Fray Leopoldo.
"Virtual": En año 2008
nació esta página Web con el objetivo de animar
y comenzar a dar pasos hacía la realización del
proyecto del eremitorio. Por desgracia la
experiencia del mismo sólo ha durado unos pocos
meses, pero el convencimiento de su utilidad y
su necesidad siguen intactos en mí. Por eso
ahora os ofrezco su nueva y renovada Web pero
con un "virtual" realista y sereno, pues lo
importante es que el espíritu del proyecto siga
vivo, por si a otros hermanos les puede ser
útil. Pero con esta Web también deseo compartir
con vosotros todo aquello que el Señor ha me ha
regalado durante estos años. Así como los
diversos recursos-materiales que tengo, tantos
míos como de otros, "por si os sirven...".
Fray Leopoldo: Al igual
que al principio del proyecto surgió la figura
de Fray Carmelito, ahora, en esta bendita tierra
andaluza, "la tierra de María", en donde mis
hermanos me han acogido con todo el cariño del
mundo, ha surgido en mi interior la devoción y
el deseo de que Fray Leopoldo nos acompañe en
esta nueva etapa del "eremitorio vocacional
virtual". Y le pido, con todo el cariño y la
confianza, que, al igual que mientras vivió aquí
en la tierra, rezó muchas "Avemarías" a la
Virgen, le pida ahora, ya en el cielo y en su
presencia, por todos nosotros, y para que esta
Web sea un sencillo y eficaz instrumento del
amor de Dios.
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2ª
Sobre la experiencia del Eremitorio Capuchino:
Nosotros
cumplimos, pero no pudo ser…
A)
Carta al Hno. Provincial (la parte sobre el
Eremitorio):
Montehano, a 22 de noviembre del 2011
Querido hermano B. E., Ministro
Provincial: Paz y Bien.
(…)
B., cuando nos mandaste, a los
hermanos del Eremitorio, I., D., F. y a mí, a
Montehano, (luego se ha unido F., bien aceptado,
pero es diferente), nos dijiste que era
provisional y que teníamos que hacer varias
cosas mientras tanto:
- Conocernos. Lo hemos hecho
bastante bien, dialogando, conviviendo,
felicitándonos, pidiéndonos perdón y
perdonándonos. Creo que hemos creado
fraternidad, y no sólo grupo.
- Rehacer el Proyecto. Lo hemos
hecho entre todos, en un buen clima de diálogo y
aceptación. Tenemos terminado el borrador de
Proyecto, hecho por todos y para todos.
- Comenzar a vivir juntos.
Seguimos muy fielmente el horario del
eremitorio, con reuniones, oración, estudio,
etc. Estamos bien y contentos “viviendo el
horario” y estando juntos.
- Colaborar en la fraternidad.
Hacemos todo lo que nos piden, y colaboramos en
todo lo necesario, dentro y fuera del convento.
No somos una carga para la fraternidad, al
contrario una gran ayuda.
Por todo ello, creo que hemos
cumplido muy bien nuestra tarea inicial. Pero…
(…)
Hno. Pedro Enrique
B)
Reflexión: “Unidad en la pluriformidad”
(Const. 123,1)
En nuestra Orden Capuchina no
tenemos un “pensamiento único”, al contrario, es
muy importante para nuestra vida y actividad el
principio de “la unidad en la pluriformidad”.
Los hermanos interesados en el
eremitorio, al inicio de nuestra experiencia,
teníamos “cuatro ideas y maneras de entender el
eremitorio”. Algo muy normal y lógico, e incluso
necesario, si tenemos en cuenta que nosotros
cuatro nunca habíamos vivido juntos, y que sólo
habíamos podido hablar sobre el eremitorio,
deprisa y corriendo, en las reuniones de las
Asambleas, y luego por Internet, es decir, sin
tiempo y sin un medio adecuado para dialogar y
reflexionar en profundidad sobre dicho tema
antes de comenzar la experiencia.
Por otro lado, estoy seguro que
esta “pluriformidad inicial” también es normal,
lógica y necesaria en todo grupo humano cuando
comienza su trabajo y su servicio, o sea, que
cada uno de sus miembros tiene su forma personal
de ver y entender los temas, y bendita libertad
para tenerla, es decir, por ejemplo, cinco ideas
diferentes en un Consejo, o más en una Comisión,
etc. Pero lo verdaderamente importante no es el
comienzo sino el final, el saber llegar entre
todos, y por medio de la escucha sincera y de un
diálogo fraterno, a un proyecto común de todos y
para todos. Y poder presentarlo así a los demás.
Los cinco hermanos del
eremitorio, siguiendo las indicaciones del
Ministro Provincial, hemos realizado un
magnifico y fraterno trabajo juntos durante tres
meses, conociéndonos, dialogando, orando y
viviendo juntos. Y, por fin, entre otros logros,
el día 21 de noviembre del 2011, llegamos todos
juntos a la redacción final del nuevo Proyecto
del Eremitorio Capuchino, de la Provincia de
España. Y, que, yo personalmente, envié al
Ministro Provincial, para su conocimiento, el
día 24 de noviembre del 2011, por correo
electrónico.
Deseo a todos los hermanos de los
distintos grupos de trabajo y de servicio en
nuestra Provincia Capuchina de España, que
experimente el mismo clima de escucha,
aceptación, generosidad e ilusión que nosotros
vivimos a la hora de reelaborar y poner en
marcha nuestro Proyecto del Eremitorio, y que
ellos tengan un final más feliz que el nuestro.
Hno. Pedro Enrique.
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