Siempre hablamos de Francisco lo unimos directamente con su amor y
entrega a Dios, especialmente en su
identificación con Cristo pobre y
crucificado. Y es cierto, Francisco sólo
tiene sentido desde y para Dios. Pero no
es menos verdad que para Francisco la
Virgen María es esencial, vital.
Francisco tenía un inmenso amor a la Virgen María, es más, pone bajo su
protección e intercesión a toda su nueva
familia, a los Hermanos Menores,
presente y futuros. Por eso en la
primera capilla o iglesita que tienen
los hermanos se dedica a la Virgen,
concretamente llamándola Santa
María de los Ángeles. Francisco
dice a los hermanos que siempre y por
encima de todo defiendan y tengan
cuidado de esta iglesita, que a la vez
de ser lugar de culto y fraternidad, es
lugar de perdón y reconciliación. Santa
María de los Ángeles se convierte en el
centro de espiritualidad franciscanos
por excelencia.
Pero volviendo a lo principal, recordemos que para Francisco, la
Virgen es también su madre, la que le
protege y cuida. Su amor a ella es muy
grande y por tanto tiene que ser para
todos nosotros fundamento y apoyo de
nuestra propia vocación.
Amigo, tal vez te encuentres en búsqueda vocacional, o ya la has
encontrado y vives, pero te invito con
todas mis fuerzas a que tengas un amor
vivo a la Virgen María. Ella no es un
ser “superior lejano”, ella es un ser
“único y cercano”. Ella es la mujer de
fe por excelencia. Siempre se fió de
Dios, aunque no comprendiera las cosas
que le sucedían, ella siempre ofreció su
vida a Dios para que se hiciera Su
voluntad. Así que por favor, cuenta con
ella. Ten por seguro que te ayudará, y
la sentirás como una Madre cercana.
Francisco sin el amor y devoción a la Virgen María no hubiese sido lo
que fue, y no podríamos entenderlo. Así
que, ¡ánimo en tu devoción y cariño a
nuestra Madre! Y ten por seguro que
Francisco y Clara verán en ti a un
verdadero cristiano y franciscano.
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